Sudáfrica. Día 1: Ciudad del Cabo, Betty’s Bay y Hermanus.
Con 4 horas de sueño en el cuerpo me voy a Madrid para coger el avión con destino a Ciudad Del Cabo. En primer lugar tengo un vuelo de casi 7 horas hasta Qatar, luego 1 hora de escala y algo más de 10 horas hasta Ciudad del Cabo. Finalmente llegó a las 11:20h. a Sudáfrica (recuerda que es la misma hora que en España), durmiendo todo lo posible por el camino para poder aprovechar el día de llegada #hemosvenidoajugar
Al llegar, en el mismo aeropuerto, compro pastillas para el mareo (hay que coger al menos 2 barcos) y también una tarjeta sim de Next Cellular por 34,90€ para tener internet los 12 días que pasaré en el país. Mientras espero que nos den de alta la sim, recibo un email avisándome de que mi reserva para ver al Gran Blanco se anulaba por mal tiempo los próximos 2 días. ¡Vaya recibimiento! Aún así decido ir a Hermanus y pensar en un nuevo plan. En realidad ya tenía un Plan B, pero este contemplaba que anularan un día, no los dos… Ya es mala suerte.
Después del disgusto, recojo nuestro coche de alquiler camino a Hermanus, el tráfico es decente y las carreteras están bastante bien. En realidad ha sido un acierto conducir por aquí. Sobre las 15h, llego a Betty’s Bay y para mi suerte estaba prácticamente sola. Así que se aparca sin problemas en el parking (gratuito) de Stony Point y me acerco a una pequeña casetilla donde se paga la entrada. Aunque antes de entrar ya se ven los pequeños pingüinos en la orilla a unos metros, el precio de la entrada es tan ridículo (50 rands, sobre 1,5€) que decido pagar para ver qué más había.
Tras esto se accede a una pasarela de madera donde la costa queda a la izquierda, con pingüinos saliendo y entrando al agua, y a la derecha hay arbustos donde se camuflan con sus crías. Si tienes suerte, incluso los encontrarás cruzando por debajo de la pasarela a centímetros de tus pies. Además, aquí mismo veo mis primeros «dassies» tan típicos de Sudáfrica y los lagartos de piel azul
Aunque el recorrido es corto y de ida y vuelta por el mismo camino, si te pasa como a mí y quieres disfrutar del momento, puede que en lugar de 20 minutos te lleve una hora y pico. Sin embargo, la sorpresa llegó al final, ya saliendo del recinto me topo con un pequeño escapista que me regala una de las fotos más entrañables del viaje.
Comer en Stony Point
Son más de las 16h. y aquí sin comer. Así que me acerco al restaurante que hay junto al parking llamado On the Edge Restaurant y pido unos fish&chips y un plato de mejillones con salsa, tan típicos de la zona. Aunque el sitio parecía un poco cutre, la comida está riquísima y son muy amables. Comen dos personas por menos de 15€.
Seguidamente pongo rumbo a Hermanus por la Whale Coast Route, un bonito recorrido de unos 50 minutos hasta el hotel Windsor, que es donde he reservado. El hotel está justo en el paseo llamado “Hermanus Cliff Path”, que según http://www.hermanus.co.za/whale-watchingcasi te garantiza ver ballenas los meses de septiembre, octubre y noviembre. Por otra parte, desde su web puedes descargar el mapa del paseo en pdf donde señalan los principales puntos de avistamiento.
Ballenas en Hermanus.
Nada más llegar al hotel comento el problema que teníamos por la cancelación de todas las actividades debido al mal tiempo. Por ello pido anular la segunda noche según la política de cancelación, ya que no podía hacer nada en Hermanus y no quería perder 2 días del viaje. Así que me informaron que el responsable vendría en la mañana y hablaría con nosotros.
Mientras me registraba en el hotel le pregunto a la chica de recepción por la mejor zona del paseo para intentar ver ballenas. Y su respuesta es: “mira, ahí delante tienes dos jugando, ya llevan un rato”. Sí, así de fácil fue.
Inmediatamente subo las maletas y bajo al paseo, no hace frío, pero el viento en esta zona sopla bien, así que abrígate. Por suerte, el atardecer se está animando y en la costa junto al paseo hay un grupo de 3 ballenas, no necesito ni prismáticos para verlas. Además, el mismo zoom de la cámara ayuda a contemplarlas mejor. Por cierto, he dado con algunas juguetonas, este pequeño vídeo lo demuestra.
Dormir en Hermanus.
Finalmente, llego abajo en menos de 1 hora. Lo de bajar velozmente fue en serio.
Después de disfrutar de las vistas y las piruetas de las enormes ballenas me voy a cenar cerca del hotel al Pear Tree que está menos de 5 minutos a pie. De nuevo, como de lujo y a un precio razonable. Y tanto el servicio como el local son geniales. Tienes más info aquí
En realidad no puedo decir que me sintiera insegura en Hermanus paseando de noche, pero es cierto que las calles vacías o donde apenas había gente no dan mucha confianza. No obstante, el restaurante está genial y hay varios similares en la zona del paseo. Eso sí, recuerda que en Sudáfrica cenan a partir de las 19h., no te alejes mucho de ese horario porque no habrá casi nadie en la calle y no es nada seguro, sobre todo en las grandes ciudades.
Finalmente, y tras el festín que me he dado por cena, me voy a dormir rodeando la costa. Aunque en España no es hora de dormir aún, el día dos va a necesitar un cuerpo fuerte y descansando y eso que aún no lo sabía…
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