Después de recorrer Orense, aterrizo en Bueu para visitar los pueblos de Pontevedra más bonitos (ya sabes, según mi gran criterio). En realidad, son tantas las visitas que quiero hacer que tengo que dividirlas en dos días, pero todo dependerá de tu punto de partida. Por mi parte, elejo un pueblecito céntrico y con vistas a las Rías Baixas, creo que no hay mejor lugar, y en Bueu encuentro el entorno perfecto.
En fin, he pasado parte del verano bicheando por Instagram los sitios más bonitos de Galicia y visitado varias webs dedicadas exclusivamente a esta mágica comunidad. Finalmente, sometidos a votación por servidora, estos son los que he decidido visitar: A Guarda, Oia, Baiona. Y esta es la ruta que puedes hacer perfectamente en un día:
La ruta de hoy comienza por los pueblos de Pontevedra junto a la frontera con Portugal y acaba en Bueu, pero estarás menos de 3 horas en la carretera. ¡Allá voy!
A Guarda
A Guarda forma parte de la comarca del Baixo Miño junto con otros pueblecitos. Aunque está rodeada por el océano Atlántico, el río Miño hace de frontera con Portugal y el espectáculo natural está asegurado. Con poco más de 10.000 habitantes y solo 20km2 cuenta con tantos senderos que necesitarás varios días para recorrer su naturaleza y su variada arquitectura de diversas épocas.
Yo elegí un «must» de A Guarda:
Monte de Santa Teresa de Trega
Aunque sabía poco sobre este sitio, tenía muchas recomendaciones de locales, así que fui de cabeza a uno de los pueblos de Pontevedra que más me ha sorprendido. Si estás en forma, lo ideal es aparcar arriba y visitar los 4 puntos de la zona a pie. Si no es así, con que muevas el coche 2 veces, te valdrá. De hecho, hasta yo y mis muletas pudimos hacerlo.
En me caso empiezo por la cima, donde hay un par de restaurantes y las únicas tiendas de souvenirs que verás en toda la zona. No te voy a engañar, tuve una flor en el culo para aparcar, no es nada fácil. Aunque hay que decir que era casi la hora de comer y un domingo soleado, vamos, que ha salido la gente a la calle como caracoles.
Cima de Santa Trega
En la cima del monte se encuentra la Ermita de Santa Trega, originaria del s.XII pero reformada hasta en dos ocasiones. Y justo delante, en el top de la cima, el crucero de San Francisco del s. XVI. Desde aquí, las vistas del Baixo Miño son una auténtica gozada. Si no fuera por el viento que hace, me sentaba a ver pasar las horas…
Si tienes unos minutos, aprovecha y baja a pie al parking improvisado de la primera curva. Si solo tienes esos 10 minutos disfruta del paisaje, si tienes más, baja por el sendero a tu derecha que va hacia la playa. Eso sí, recuerda que luego te toca subirlo, pero seguro que merece la pena.
Monte de Santa Trega
La citania de Santa Trega
Ya bajando, a media ladera del monte, encuentro un amplio parking. Fíjate bien porque está frente a un sendero de piedra flanqueado por cruceiros. Desde el parking camino hacia el Miño y esto me regala una preciosa vista panorámica del patrimonio arqueológico de Santa Trega. Y si miras un poco hacia la derecha, hay un camino de tierra por donde puedes bajar al poblado del s. IV AC., como poco.
A pesar de que hasta aquí he alucinado con todo, la última parada es una de las que más me flipa. Si desde el parking vas hacia la izquierda verás A Guarda a los pies del Atlántico, y justo a medio camino, parte del poblado reconstruido. En serio, el contraste de las piedras con los colores chillones de la costa no tiene precio. De hecho, tienes un camino de piedra por el que puedes bajar sin tener que mover el coche.
Las construcciones de Santa Trega estaban formadas por varias viviendas y almacenes con un pequeño patio común. Además se agrupaban en pequeños barrios, separados por estrechas calles, con una red de canales y aljibes distribuidos por toda la citania. Ojo, que las vistas tampoco desmerecían la ubicación. Una auténtica joya arqueológica que me ha enamorado.
Dónde aparcar: En realidad donde puedas, porque con poca gente que haya está complicado. Pero dos puntos claves son la cima, y el parking junto a los cruceiros.
Cuánto tiempo dedicarle: a mi 1 hora me pareció adecuado, pero si tienes la posibilidad de hacer algún sendero de los que ofrecen, no te vas a arrepentir.
Coste: sólo 1€ el acceso por persona, el parking a partir de la entrada es difícil pero gratis. Ya sabes, viajes para tiesos
Puerto de A Guarda
Aunque la hora de comer se me ha echado encima, no puedo evitar parar en este puerto tan colorido. De hecho, si no es por señal de prohibido bañarse, tan grande como la reja que te impide acceder, y porque no puedo mojarme aún el piecito, estaría ya de agua hasta las orejas… No te voy a mentir, aparcar es una pesadilla, pero el paseo merece la pena y en un día soleado la explosión de colores a orillas del océano es todo un gustazo ¿no crees?
Dónde aparcar: esta me vais a permitir que no la responda, porque no tengo ni idea de cómo ni dónde conseguí aparcar. Vaya pesadilla, lo ideal es que si encuentras una calle amplia paralela, evites cualquier callejuela, que te quedas atascado fijo….
Cuánto tiempo dedicarle: unos 30 minutos de paseo más las fotos que quieras hacer. Si tienes ocasión de tomar un café o parar a comer, disfrutarás más de las vistas.
Coste: la zona donde aparcamos fue gratuita, aparcar en el puerto puede que coste un par de euros, pero te compensa y evitas dar vueltas por calles intransitables.
Oia
A tan solo 15 minutos de A Guarda está este pequeño pueblo de Pontevedra, de unos 3.000 oyenses, que alberga un Monasterio del S. XII a orillas del Atlántico. Oia es súper cuco y además del Monasterio de Santa María, considerado Bien de Interés Cultural, encontrarás restos rupestres como el Petróglifo de Auga dos Cebros, uno de los mayores tesoros de la Europa atlántica.
Monasterio de Oia
Aunque su origen es del s.XII, las distintas reformas lo han convertido en un monasterio con una mezcla de estilos románicos, góticos y barrocos. Además, por su situación en primera línea de la costa, sirvió como lugar de defensa en muchas ocasiones. Si quieres visitar el monasterio, deberás reservar tu visita privada (6€) en esta web. Sin embargo, la iglesia no forma parte del Monasterio, con lo que si quieres verla deberás hacerlo aparte.
Dónde aparcar: ¿en serio me estás preguntando eso? Muy, muy mal. Te lo he contado en el primer vídeo de Oia
Cuánto tiempo dedicarle: si no vas a visitar el monasterio por dentro, con unos 30-40 minutos de paseo por el pueblo y la costa nos ha valido.
Coste: aparcar es gratis y el monasterio, con reserva privada previa, son 6€
Baiona
Y 20 minutos y 87 peregrinos después después de salir de Oia, llego a Baiona. Al contrario que los anteriores pueblos de Pontevedra que he visto hoy, Baiona tiene más de 12.000 habitantes, unos 35km2 y es bastante más moderna.
Aunque justo antes de llegar he hecho una breve parada en el Faro de Silleiro, donde quería disfrutar de las vistas y, si hubiera sido posible, atardecer. Sin embargo, el faro está cercado y el camino para seguir subiendo está cortado. De hecho, sólo es posible hacerlo a pie, y ya sabéis cómo he llegado yo hasta aquí… De todos modos, me lo apunto para la próxima, y si puedes, para a disfrutar.
Virgen de la Roca
Sinceramente no esperaba tener que darme codazos con un autobús de jubilados que justo acababa de llegar al parque donde se encuentra la Virgen de la Roca de Baiona. En realidad, esta parada no estaba en la lista, pero el amable dueño del hotel donde me quedo me lo ha recomendado encarecidamente. Y, no te voy a mentir, probablemente sea un lugar ideal para ver atardecer y disfrutar de las vistas, si no fuera porque soy un poco bastante antisocial.
Aunque el parque donde se encuentra es bastante amplio, tiene zonas para hacer picnic y un quiosco de bebidas con unas mesitas, parece que no hay sitio para todos hoy. Definitivamente, venir en domingo soleado no ha sido buena idea, pero ya que estoy aquí, no puedo olvidar que #hemosvenidoajugar
A unos 100 metros sobre el nivel del mar se encuentra el parque y las escaleras para subir a la estatua de la Virgen, de 17 metros de altura. Pero en pleno COVID19 no veo muy seguro andurrear por aquí con tanta gente. La verdad, no conozco el aforo, pero tampoco quiero ponerlo a prueba y apenas duro 7 minutos junto a la Virgen. Eso sí, en condiciones mejores, me hubiera quedado a ver atardecer, eso fijo.
Dónde aparcar: bueno, aparcar por aquí es misión imposible. Hay un pequeño parking en el parque, pero no creo que quepan más de 15 coches. Eso sí, verás un «parking alternativo» a un lado de la carretera, pero muy legal no sé yo si es.
Cuánto tiempo dedicarle: subir a la Virgen y disfrutar de las vistas, si vas con prisa, no te llevará más de 20 minutos. Si quieres tomarte un aperitivo en el quiosco, no es mala opción.
Coste: aparcar es gratis y acceder al parque es gratuito. Darte codazos con señoras de 80 años en las escaleras, no tiene precio.
Y hasta aquí mi intenso primer día visitando pueblos de Pontevedra. Mañana más Pontevedra y La Coruña. Y si quieres conocer más de este viaje, aquí te dejo algunas entradas:
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