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Qué hacer en Jerez de la Frontera


Pocas ciudades pueden presumir de ser conocidas internacionalmente por aspectos tan diversos como lo hace Jerez de la Frontera. Desde ser casa de grandes bodegas hasta acunar uno de los grandes premios de motociclismo, Jerez es tan bella como variopinta y hoy te propongo los mejores planes para exprimirla.

Mucho más que bodegas.

Alcázar

Esta impresionante construcción obra de los almohades, es la más antigua conservada en Jerez de la Frontera y merece, sin duda alguna, una visita relajada y disfrutona. Desde tan solo 5€ puedes recorrer esta maravilla construida entre los siglos XII y XIII (puedes reservar y descargarte el plano informativo desde aquí) y visitar mis zonas favoritas como la mezquita, los baños árabes o subir a las torres para tener las mejores vistas de todo el recinto.

Los Tabancos

Aunque tienes para elegir y pasar una semana sin parar, yo te voy a recomendar el que a mí me ganó. Pero primero ¿sabes dónde te metes?

Un tabanco es un antiguo despacho donde se servía el vino a granel, algunos tienen más de un siglo y ahora puedes no solo degustar el vino in situ, sino tapear y disfrutar del verdadero flamenco jerezano.

Tabanco el Pasaje es la típica mini bodega con arte donde debes ir temprano a coger sitio para no perderte uno de sus espectáculos flamencos: baile, cante y guitarra llenan su pequeño escenario. No dejes de pedir los papelones de embutidos y sobre todo los chicharrones de Cádiz…

Palacio del Tiempo

Sin duda, una de mis sorpresas favoritas entre los planes de Jerez de la Frontera. Es más, te recomiendo que hagas lo posible para que tu visita coincida con una hora en punto y volverte loca entre los más de 300 relojes del s. XVII al s. XIX que te anuncian qué hora es. Es una locura maravillosa.

Este antiguo palacete es uno de los dos únicos museos del país que se dedican exclusivamente a los relojes históricos. Sin duda, la variedad de relojes va más allá de mis expectativas (ya, de mis conocimientos también) y ver «relojes de bolsillo» de hace siglos es una auténtica experiencia.

Bodegas con historia

Si estamos recorriendo Jerez de la Frontera, no puede faltar la visita a alguna bodega y yo he elegido dos de las mejores, palabrita.

En Bodegas Fundador puedes visitar con guía la Bodega «La Mezquita» de más de 25.000 m2 y recorrer los pasillos de botas (los barriles esos enormes) bajo unos arcos hipnóticos e infinitos. No te preocupes, no es una gran caminata y además podrás terminar la visita subiendo al pequeño mirador que te permite contemplar mejor toda la bodega.

Por otro lado tienes la Bodega El Molino, que aunque más pequeña que La Mezquita, es la más antigua de Jerez y además conserva la primera bota de Fundador firmada nada menos que por el Rey Alfonso XIII.

Y si quieres terminar la faena a lo grande, puedes no solo degustar varios vinitos sino también comer en su restaurante súper cool.

Por cierto, Fundador era el Brandy suave y amontillado que bebían los protagonistas de «Fiesta», la novela de Ernest Hemingway.

Viña La Torre

Pero si prefieres otro tipo de bodega, en Viña La Torre tienes una que se ha estrenado por la puerta grande.

Lo que era una casa de 1711, siempre dedicada a la agricultura, es ahora una bodega con vistas a Jerez y Rota. El acogedor salón para las visitas y eventos, que pueden ir de 6 a 130 personas, cuenta además con una pequeña capilla.

Entre las degustaciones que ofrecen disfruté del vermut, el brut y un tremendo vino tinto.

Un zapatip: intenta reservar por la tarde y disfruta de sus vinos mientras ver atardecer con esta bonita estampa.

Escuela Andaluza de Arte Ecuestre

En realidad se trata de un enorme recinto donde puedes elegir qué visitar de entre sus diversas instalaciones: el Recreo de las Cadenas (Guarnicionería, Palacio y Jardines), Museo del Arte Ecuestre, Museo del Enganche y Cuadras y Guadarnés.

Unos enormes jardines rodean el Palacio, obra de Garnier, el famoso arquitecto de la Ópera de París, que puedes visitar por dentro como parte del recorrido de la Real Escuela.

Más adelante, saliendo de este recinto y cruzando la calle, podrás acceder al Museo del Enganche, donde te dejan cotillear carruajes súper cucos y también famosetes, como el de la boda de la Infanta Elena.

Visita un Palacio

Como su propia web indica, el palacio del Virrey Laserna ofrece la posibilidad de curiosear en la intimidad de una casa nobiliaria vivida. Pero además de recorrer siglos de historia y cotillear mobiliario y pinturas de distintas épocas, podrás visitar la pequeña sala donde Lola Flores bailó por primera vez «contratada» con tan solo 12 añitos.

Con suerte, tendrás el privilegio de que sea uno de sus herederos quien te guíe por el palacio y te cuente anécdotas familiares de lo más variopintas.

La Catedral

A pesar de que se bendijo a finales del 1778 y llevaba décadas abierta al culto, su obra duró unos 80 años y supuso un gran esfuerzo económico que necesitó ayuda real y papal. Sin duda, la fachada principal es la joya de la catedral y la escalinata que la presenta es todo un acierto para poder disfrutar de ella paso a paso.

En el interior de la catedral, que cuenta con 5 naves, podrás admirar la puerta de entrada a la sacristía realizada en piedra y jaspe. En realidad, toda la catedral es de piedra procedente de la Sierra de San Cristóbal, a excepción de las bóvedas laterales que son de rosca de ladrillo. Ya te aviso, te va a doler el cuello de tanto mirar hacia arriba…

Rodéala, adéntrate en ella, pero no te vayas de Jerez sin hacerle una visita a esta maravilla gótica, barroca, neoclásica y sobre todo jerezana.

Monasterio de la Cartuja de Jerez

Sin duda, de las mejores cosas que hacer en Jerez. Aunque las Hermanas de belén son las monjas que guardan la Cartuja de Jerez, en realidad es el Ministerio de Hacienda el mantenedor de este monumento.

A pesar de todo esto, el acceso al Monasterio es súper restringido. Ya en el pasado, los cartujos solo permitían acceso a los investigadores hombres y solo una vez por semana.

Si consigues cruzar la primera puerta, a la izquierda verás una serie de mosaicos que cuentan la historia de este monumento. Entre ellas hay un cristo que es una de las obras más peculiares, ay que sus pies están anclados individualmente a la cruz.

Ya desde el patio que lleva a la portada interior, se puede apreciar la mala conservación de esta maravilla. Por desgracia, no sabemos nada de la conservación del interior, ya que no se permite el acceso a pesar de tratarse de un museo histórico nacional desde 1856.

Tablaos con arte

De entre todos los tablaos flamencos de Jerez, y no siendo precisamente mi estilo, debo admitir que Puro Arte me ha cautivado y emocionado a partes iguales. Además de la gracias con la que te sirven la comida, por cierto, riquísima y consistente, el cuadro flamenco que ameniza la visita es de lo mejor que he visto nunca (y he vivido media vida en Sevilla).

En serio, tienes que venir a este sitio para rematar tu visita a Jerez de la Frontera.

Museo Lola Flores

Y si hablamos de arte, no puede faltar entre las cosas que hacer en jerez ella, la faraona: Lola Flores.

Una mujer que fue ejemplo de granza y fortaleza y que pasó 23 años con un cáncer de mama pero nunca perdió su fuerza. De hecho, estuvo sobre el escenario dándolo todo hasta 1 mes antes de morir.

Su museo, muy cerca de su barrio, en solo 7 meses supera ya las 16.000 visitas.

Un palacio para un café

De nuevo, te enseño un bonito y atípico lugar para reponer fuerzas en tu visita a Jerez de la Frontera: Hotel Casa Palacio María Luisa. En esta ocasión un palacio de 5 estrellas gran lujo, tranquila, que el café no te va a vaciar el bolsillo. Eso sí, el paseo por sus estancias te va a dejar de piedra y, una cosita importante, no olvides dejar un hueco para ir al baño antes de marcharte de aquí, vas a seguir alucinando un ratito más ¡de nada!

Si además te quieres alojar, aquí tienes el enlace a su hotel (esto te va a costar una chispa más que el café).

Y si te queda tiempo…

Dónde alojarte en Jerez

No temas, si no te ha convencido el precio de la habitación que te propuse más arriba, te recomiendo un hotel bonito, con un gran desayuno, piscina y una muralla que es patrimonio histórico nada menos. Yo me alojé en el Hotel Boutique Astuto, en pleno centro, y solo puedo tener palabras de agradecimiento para sus empleados y de felicitaciones por las instalaciones tan ideales que tienen.

Además, en su terraza superior, con vistas al famoso Convento de las Reparadoras de Jerez, obra de Aníbal González, autor de la Plaza de España de Sevilla. ¿Seguro que no quieres un vermú aquí?


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