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Qué ver en Heidelberg


Si reservaste un vuelo a Baden Baden para ir a la Alsacia, tal vez te interese saber qué ver en Heidelberg. Dicen que es una de las ciudades alemanas más románticas, y SÍ, es otra ciudad de CUENTO, pero esta la verás sin codazos.

Con casi 12 millones de visitantes al año, el precioso castillo sobre el centro de la ciudad es, sin duda, la joya de la corona. Pero aquí se encuentran también las mejores instituciones educativas de Alemania e incluso de Europa. Heidelberg, con la universidad más antigua del país ha hecho que muchos de los inmigrantes sean científicos y estudiantes. 

Por cierto, el estadounidense Mark Twain se enamoró de Heidelberg durante sus viajes y la describió en sus memorias de viaje “un vagabundo en el extranjero”

Vive un cuento sin codazos

Qué ver en Heidelberg

Pero Heidelberg también tiene mucha historia, fue planificada y construida junto al castillo en el siglo XIII ná menos. La fundación de la universidad es precisamente del 1386 y es una de las pocas grandes ciudades alemanas que se libró de la destrucción de la Segunda Guerra Mundial.

Ojito que presume de ser la ciudad más cálida de Alemania, incluso con plantas típicas del clima mediterráneo (es una ciudad súper verde). Confieso que en diciembre tampoco estaba haciendo tanto frío… y un solazo…

Y otro dato curioso es que alberga el barril de vino más grande del mundo, hecho a partir de 130 Robles y con una capacidad de 219.000 litros. Pero no te emociones, el barril se guarda en el sótano del castillo y solo se ha llenado tres veces… y es que los problemas de fugas constantes no dan para más.

Pues vamos allá, bienvenidos a qué ver en Heidelberg

Bruckentor (La puerta del Puente)

La entrada perfecta a lo que tienes que ver en Heidelberg es está preciosa puerta medieval que formaba parte de las murallas de la ciudad. Aunque resistió a los numerosos incendios que devastaron otros puentes anteriores, si te acercas lo suficiente, verás la marca de las inundaciones dejadas por varios diluvios.

La puerta no solo era bastión defensivo, también punto de cobro de peaje. Y ojo a las torres, una de las Torres tenía una escalera de caracol que llevaba la vivienda del guardián del puente y la otra tres salas de detención que servían de cárcel. Ambas torres miden 28 m y sobrevivieron milagrosamente a la destrucción provocada por la conquista francesa.

Alte Brücke (el Puente Viejo )

Esta maravilla de puente que ver en Heidelberg está hecho de arenisca del valle del Neckar y fue construido por Karl Theodor en el s. XVIII.

El puente conecta el casco antiguo con las orillas del Neckar, en el extremo oriental del barrio de Neuenheim. Los puentes que precedieron al actual Puente Viejo eran de madera. Como habían sido destruidos varias veces por guerras e inundaciones, el príncipe elector Karl Theodor mandó construir un puente de piedra.

El 29 de marzo de 1945, uno de los últimos días de la guerra, los soldados alemanes volaron los puentes de Heidelberg-Neckar y el Puente Viejo. Gracias a una campaña de donaciones que contó con el apoyo entusiasta de los ciudadanos, la reconstrucción pudo comenzar el 14 de marzo de 1946. La inauguración tuvo lugar en julio de 1947.

En el puente hay dos esculturas: una representa al príncipe elector Carlos Teodoro y la otra a la diosa romana Minerva (en griego: Palas Atenea). Para el príncipe elector era muy importante la promoción del arte y la ciencia, por eso el segundo monumento está dedicado a la diosa de la sabiduría.

En la orilla norte del puente está representado el patrón del puente, Juan Nepomuceno.

The Brückenaffe (el famoso mono)

Este mono es uno de los famosos monumentos que ver en Heidelberg. Ubicado en el Puente Viejo, la escultura de bronce del mono se ha convertido en un símbolo de Heidelberg. El mono sostiene un espejo que, según la leyenda, refleja las caras de aquellos que son deshonestos o vanidosos. Dicen que tocar el espejo trae buena suerte, pero si ves tu reflejo, significa que estás siendo deshonesto.

Lo de meter la cabeza no lo dice ninguna guía, soy yo así de monguer de casa.

El famoso Castillo de Heidelberg

El impepinable que ver en Heidelberg y no por su fama, sino porque es bonito de pelotas… Por 9€ tienes entrada al castillo y el funicular (ida/vuelta).

Por lo visto el castillo es famoso en todo el mundo (aunque yo no tenía ni idea de que existía) y un auténtico ejemplo del romanticismo alemán. Fue residencia de los condes palatinos durante más de 400 años y testigo de numerosas fiestas, bailes y torneos.

Hoy en día puedes visitar varias estancias del castillo y otras imaginar cómo eran porque están casi en ruinas, pero, sinceramente, son igualmente preciosas. De hecho, su muralla es testigo de la destrucción que sufrió el castillo a finales del siglo XVII, de su letargo en el siglo XVIII, y del Boom del turismo del siglo XIX. Y aunque su reconstrucción supuso un aumento del turismo de la ciudad, no está totalmente reformado.

Por cierto, el castillo tiene en su sótano el barril de vino más grande del mundo. Y no, no es el primero enorme que vas a ver (aunque yo ya estaba flipando) sigue más al sótano para ver el pedazo de barril que solo han llenado 3 veces en su vida porque sufre alguna que otra pérdida.

Heiliggeistkirche (Iglesia)

La Iglesia del Espíritu Santo es uno de los pocos edificios de Heidelberg que sobrevivió a las guerras durante siglos. Y aunque los cimientos se colocaron en 1398, la torre no se terminó hasta 150 años después. 

Ojo al salseo, la iglesia ha albergado a católicos y protestantes durante siglos hasta el punto de colocar un tabique divisorio para separarlos que se mantuvo hasta los años 30.

Si no te duele el cuerpo, 208 escalones te llevan hasta la cima de la torre, construida entre 1398 y 1441. También fue compartida por católicos y protestantes hasta 1936 (ahora es protestante). 

Y como dato curioso (y friki, pa qué engañarnos) su diseño, de Johannes Schreiter, muestra en la vidriera la ecuación E = mc² seguida de la fecha 06/08/1945 (bombardeo de Hiroshima). 

Si tienes la suerte de estar por allí en alguno de sus conciertos, hay entradas desde 10€ solo. Te dejo aquí la web para más info: http://www.ekihd.de/html/church_of_the_holy_spirit.html

Plazas famosas

Kornmarkt

Donde antes había un antiguo hospital, ahora hay una plaza que tienes que ver en Heidelberg. A mediados del s. XVI los edificios pasaron a ser propiedad de la Universidad, pero las condiciones eran penosas. Así que los terminaron derribando para poner el mercado de leche (Kornmarkt) aunque no se llamó así hasta finales del siglo XVII.

El mercado de la leche de hoy está adornado por la fuente Muttergottesbrunnen, pero la esquina sureste deslumbra por las vistas del palacio de Graimberg. Al oeste, hay un edificio que antiguamente fue el Prinz Carl, el hotel de lujo de Heidelberg.

Y para los menos grinch, el Kornmarkt se ilumina en Navidad con los puestos del Winterwäldchen y un belén. Y, lo mejor, un puesto de salchichas que te enganchará a pesar del frío.

Marktplatz

Otra de las plazas que hay que ver en Heidelberg es esta. Con una de las muchas y hermosas fuentes de Heidelberg, grandes casas de época, cafés y preciosas minitiendas.

La plaza principal de Heidelberg, flanqueada por el Ayuntamiento («Rathaus») y la impresionante Iglesia del Espíritu Santo («Heiliggeistkirche»), ha sido el punto focal de la ciudad desde la época medieval. En siglos anteriores, sirvió como escenario de juicios públicos y de los sombríos espectáculos de quemas de brujas y condenas por herejía.

En el centro de la plaza está la fuente barroca de Hércules,creada por el artista del siglo XVIII Heinrich Charrasky, la fuente conmemora los titánicos esfuerzos realizados para reconstruir Heidelberg. Junto a ella había una jaula giratoria colgante que servía como un duro recordatorio de las prácticas de castigo del pasado. Los culpables de delitos menores eran encarcelados en su interior, sujetos al desprecio de sus conciudadanos.

Hoy en día, la zona acoge mercados al aire libre todos los miércoles y sábados. Numerosos restaurantes y cafés bordean el perímetro, muchos de ellos ofrecen opciones para comer al aire libre y disfrutar del ambiente.

Casas famosas de Heidelberg

Haus zum Ritter (Casa del Caballero)

Este es el edificio residencial más antiguo de la ciudad construido en 1592 y famoso por ser la única estructura que superó el incendio de 1693 y la invasión de los franceses. 

Es cierto que llaman la atención por su fachada de renacentista de piedra y porque es un poco extravagante. Pero es que así lo quiso su dueño, Charles Belier, un comerciante textil francés que se mudó aquí. 

Como fue uno de los pocos edificios supervivientes estuvo usándose como ayuntamiento a finales del siglo XVII. Justo después se convirtió en lo que es hoy. 

El propio Víctor Hugo, en una visita en la ciudad, quedó profundamente impresionado por la grandeza de este edificio, incluso escribir sobre él. Yo no escribo tan bien como Víctor Hugo, pero debo admitir que nada más pasar por su lado me deslumbró de pelotas (soy toda una poeta).

Haus zum Riesen (Casa del Gigante)

Esta casa se llama así por la imponente estatua de von Venningen que hay en su fachada.

Pero también la casa era la residencia privada, más grande de la ciudad, con tres pisos de altura y con piedra recuperada de la dañada torre gorda del castillo de Heidelberg. 

Al finales del siglo XVIII, el palacio se convirtió en una casa de huéspedes y una cervecería y a mediados del siglo XIX paso a manos de la Universidad de Heidelberg, convirtiéndose en un centro de actividad académica.  

Como parte de la universidad ha sido testigo de grandes contribuciones e investigaciones innovadoras. Es más, se considera cuna de la exploración científica

Studentenkarzer (prisión de estudiantes)

El Studentenkarzer fue la prisión estudiantil de la Universidad de Heidelberg hasta 1914.

Detrás de la antigua universidad se encuentra la prisión de estudiantes en Augustinergasse. De 1778 a 1914, los estudiantes fueron castigados aquí por «delitos menores», perturbaciones del orden público u otras violaciones del orden público; a menudo se trataba de bromas alcohólicas.

En aquella época la universidad todavía tenía jurisdicción propia, por lo que un funcionario podía imponer penas de prisión. Dependiendo del delito, el arresto duraba entre tres días y cuatro semanas, aunque a los estudiantes se les permitía asistir a sus clases. Muchos pasaban el tiempo inmortalizándose en los muros de la prisión con sus retratos y dichos. Estas “obras de arte” todavía se pueden ver hoy.

Dónde dormir en Heidelberg

Homeexchange

Había visto imágenes de las casas de Heidelberg y decidí buscar mi segundo intercambio con homeexchange y de nuevo un espectáculo de casa para disfrutar de dos días a minutos del centro, pero en plena naturaleza y con una vistas absolutamente incomparables de la ciudad.

Además, con la tontería de que era justo fin de año, todo Heidelberg (como toda Alemania) se puso a tirar fuegos artificiales desde las 6pm hasta pasadas las uvas (como 2 horas más). Desde la terraza de la casa podías ver los fuegos a 180grados, porque además de enorme la terraza era de 4 plantas.

Te recuerdo cómo va esto. te inscribes en este enlace, te presentas y cuando te animes solicitas un intercambio de casas (puede ser o no simultaneo). Son casas reales de gente normal, y los dueños no te agradan por la puntuación, sino porque son así de majos. Te dejan su casa y a cambio viajan a casa de otros miembros de la comunidad y eso, Maris, no es algo que mucha gente vea normal.

La verdad que lo había visto varias veces, pero esta era mi segunda vez y puedes fiarte, porque la plataforma lleva más de 30 años y más de 240 países… Viajas como un local más, los vecinos no te miran raro 😂 y tienes de todo porque esa familia vive ahí en realidad.

Por cierto, que encima hay algunos que hasta te dejan sus mascotas 🫶🏿🫶🏿🫶🏿

Si quieres probar, te dejo aquí un enlace con descuento (a ti te dan puntos por registrarte desde ahí y a mí, también).

Si tienes alguna duda o quieres que te personalice el viaje ¡contáctame para lo que necesites!

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