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A menos de una hora en tren desde Nantes tienes una ciudad única y desconocida. ¡Qué ganas tenía de contarte qué ver en Angers sin codazos!

Aunque mis planes eran totalmente distintos, una urgencia me hizo cambiar el viaje a Nantes. Mantuve el vuelo y decidí hacer algo que no se me da mu’ mal: buscar destinos bonitos y poco conocidos. Así fue como acabé en Angers y Le Mans. 

Y así fue como muchos de vosotros me escribisteis para decirme que os acababa de crear una nueva necesidad ¡me encanta!

Qué ver en Ettlingen

Angers, situada en el Valle del Loira, se remonta a la época romana y era conocida como Juliomagus. Durante la Edad Media, la ciudad se convirtió en un importante centro de poder gracias a los condes de Anjou, muy famosetes en la historia de Europa. El más famoso de ellos, Enrique II Plantagenet, llegó a ser rey de Inglaterra en el siglo XII, uniendo Anjou con el trono inglés.

El castillo de Angers, del s. XIII, es uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad. Esta fortaleza imponente alberga el famoso Tapiz del Apocalipsis, una obra maestra del siglo XIV que es el conjunto de tapices medievales más grande que se conserva en el mundo. 

Hoy en día, Angers es conocida por su dinamismo cultural, su vinculación con la viticultura del Valle del Loira y su equilibrio entre historia y modernidad. Pero en cuento turismo… poco, poquito ¡aprovecha antes de que se entere más gente!

Castillo de Angers

A pesar de ser una de las cosas más importantes que ver en Angers, no está siquiera entre los castillos más conocidos de Francia.

El Castillo de Angers es una joya medieval con más torres que un cuento de dragones y princesas: 17, para ser exactos. Construido en el siglo XIII, esta fortaleza rodea un perímetro de casi 500 metros y se alza estratégicamente sobre el río Maine. Originalmente una fortificación romana, pero evolucionó para convertirse en la residencia de los duques de Anjou y en un bastión de defensa que seguramente no se andaba con tonterías durante las batallas medievales.

Pero el gran protagonista de este castillo en sin duda el Tapiz del Apocalipsis, una obra de arte del siglo XIV que mide más de 100 metros y cuenta con más drama que una telenovela bíblica. Con escenas épicas del Libro del Apocalipsis, este tapiz monumental es un derroche de talento, color y simbolismo que deja a cualquiera con la boca abierta. Yo personalmente no me quería salir de la sala, estaba embobada.

Y si todo esto no es suficiente, los jardines interiores son una auténtica maravilla. Diseñados con patrones geométricos, llenos de flores y plantas medicinales, son el lugar perfecto para descansar tras recorrer las murallas. Porque las murallas son transitables y casi rodean todo el recinto. Y desde lo alto, las vistas del río Maine y la ciudad son un espectáculo digno de Instagram.

Saint-Martin en Angers

Una de las cosas que más me ha enamorado y que tienes que ver en Angers es esta joya olvidada. La Colegiata de Saint-Martin en Angers, del siglo IV, es la más antigua de Angers y de las más antiguas de Francia). Aunque sufrió algunos altibajos –desde saqueos hasta años de abandono en el siglo XIX–, hoy resplandece tras una restauración que la devolvió a su esplendor medieval.

En su interior, encontrarás una mezcla de estilos arquitectónicos que cuentan su evolución, desde columnas románicas hasta elegantes vitrales modernos. Pero lo que realmente le da carácter son sus exposiciones temporales y conciertos, que transforman esta iglesia en un bonito centro cultural. 

Mi recomendación: aprovecha que haya poca gente en horario de museo, que no suele haber mucha, y disfruta de ella a solas. La audioguía (en varios idiomas, también español) entra dentro de los 5€ de la entrada.

Catedral de San Mauricio

Fundada en el siglo IV, sufrió reconstrucciones, revoluciones y remiendos estilísticos que la llevaron del románico al gótico angevino. ¿El truco? Materiales locales: tuffeau, ardoise y robles bien robustos. Ahora mismo de hecho (febrero 2025) están reformando el exterior, pero el interior sigue siendo visitable.

Esta catedral no solo es un templo, también es una especie de salón VIP para los muertos ilustres. Aquí reposan miembros de la dinastía angevina, incluidos algunos de los Plantagenêt, como el famoso Enrique II, rey de Inglaterra. Durante siglos, los príncipes angevinos la llenaron de lujos, haciendo de este lugar su necrópolis familiar, porque, al parecer, descansar con estilo era imprescindible.

Por si fuera poco, en pleno siglo XVIII, se añadió un baldaquino barroco impresionante, restaurado en 2017. Con 15 metros de altura, este adorno casi parece desafiar las leyes de la gravedad, mientras sobrevuela el altar. 

Cada rincón de esta catedral no solo es bonico, sino que tiene una historia que contar, desde sus vitrales hasta su pasado de fuegos y revoluciones.

Galería David d’Angers

Por solo 4€ tienes que ver en Angers una de las galerías más bonitas de la zona con un invitado de lujo.

David d’Angers (1788-1856) es un personaje clave en la historia del arte y de la ciudad de Angers por su impacto como escultor y grabador, así como por su papel en la promoción del arte en la época romántica.

El artista destacó por sus obras monumentales que reflejan el espíritu del Romanticismo. Entre sus piezas más notables están el frontón del Panteón de París, que representa a grandes figuras de la historia francesa, y estatuas icónicas como la de Gutenberg, el inventor de la imprenta.

Además la Galerie David d’Angers está ubicada en la antigua abadía Toussaint, un edificio gótico parcialmente restaurado que proporciona un marco espectacular para exhibir las obras del artista. 

La luz natural que entra a través de sus impresionantes cristaleras realza las piezas, creando una experiencia única para los visitantes.

Entre los trabajos destacados se encuentran los medallones con retratos de figuras icónicas como Victor Hugo, Goethe y Balzac, que muestran su maestría en capturar la esencia de sus contemporáneos. Pero la estrella es la maqueta del frontón del Panteón de París, que celebra a los grandes héroes de la historia francés.

La Doutre

Otra de las cosas impepinables que ver en Angers es La Doutre. Este encantador barrio al otro lado del río Maine esta lleno de casas medievales, calles pintorescas y un ambiente bohemio.

Lo ideal es recorrer la Rue Beaurepaire desde el río y al llegar a La Pomme D’Argent, entra a por un cruasán, me lo agradecerás. Ahora con cruasán y café en mano, empieza a callejear por las calles de la Harpe, Lionnaise y vuelve bajo la casa arco en la Censerie.

Lo único que le falta a esta zona es ser peatonal para poder disfrutarla más tranquilamente, ¿verdad?.

Maison d’Adam

La Maison d’Adam es una verdadera celebridad medieval que hasta sin querer vas a ver en Angers. Y es que su estratégica ubicación en uno de los ejes comerciales más antiguos de la ciudad la elevó al estatus de «mansión estrella».

Conocida también como la Maison d’Adam et Ève o de l’Arbre de Vie, esta casa del siglo XV presume de ser una de las construcciones más impresionantes de la época. Su tamaño, con seis niveles y amplias fachadas, y su compleja estructura la convierten en un testimonio único del arte de la carpintería del Medievo. 

Aunque algunas reformas en el siglo XIX borraron los colores originales de sus tallas, la Maison d’Adam no ha perdido su capacidad de maravillar a todo aquel que pase por la Place Sainte Croix.

Dónde dormir en Angers

Homeexchange

Tras Escocia, Heidelberg en Alemania, mi súper apartamento de Nueva York y la casa antigua en Le Mans, tenía claro que quería repetir intercambio con homeexchange. Y el quinto acierto consecutivo no iba a ser menos.

Una casa preciosa en pleno centro y con un estilo francés como el que ves en Emily en París, pero más grande. Encima esta vez probé a compartir y estuve en mi propia habitación mientras Marie Eve, la propiertaria, estaba allí también. Compartirmos no solo casa, también cena y preciosas conversaciones. Fue un plus a esto de intercambiar tu casa.

Te recuerdo cómo va esto. te inscribes en este enlace, te presentas y cuando te animes solicitas un intercambio de casas (puede ser o no simultaneo). Son casas reales de gente normal, y los dueños no te agradan por la puntuación, sino porque son así de majos. Te dejan su casa y a cambio viajan a casa de otros miembros de la comunidad y eso, Maris, no es algo que mucha gente vea normal.

Esta es ya mi quinta vez y puedes fiarte, porque la plataforma lleva más de 30 años y más de 240 países… Viajas como un local más, los vecinos no te miran raro 😂 y tienes de todo porque esa familia vive ahí en realidad.

Por cierto, el gatito de Marie Eve también estaba allí conmigo 🫶🏿🫶🏿🫶🏿

Si quieres probar, te dejo aquí un enlace con descuento (a ti te dan puntos por registrarte desde ahí y a mí, también).

Si tienes alguna duda o quieres que te personalice el viaje ¡contáctame para lo que necesites!

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