Sin duda, cada rincón de EEUU que he visitado podría haber formado parte de una película…
Mi primer contacto fue con la Gran Manzana y en cuestión de días estaba toda la ciudad de Nueva York cercada por policías buscando el terrorista fugado del atentado de Boston. Así viví en primera persona el terror cuando aún no habían terminado ni la reconstrucción de la zona cero.
En mi segunda visita se me ocurrió la idea de hacerla coincidir con el Día de la Independencia. No temas, no hubo ataque extraterrestre, pero caminar por San francisco un 4 de julio es como meterse de lleno en cien pelis americanas al mismo tiempo.
Además, pasear por los pueblecitos de la Ruta 66 debería ser asignatura obligatoria para todos. A pesar de que cuanto más al sur te acercas, más flipas con el tema de las armas y los carteles donde te piden dejes tu arma fuera del establecimiento como si de un paraguas mojado se tratara.
Y por último me acerqué a Miami… Aquí la peli seguro que la aciertas, los Vigilantes de la Playa, que de hecho se grabó en Miami Beach.
Si en Nueva York no conseguí cerrar la boca flipando con los edificios, en Miami me pasó lo mismo pero con tanto personaje. Aunque también es cierto que bien merecen la visita tanto las casetillas de playa de Miami como los edificios de Ocean Road y murales de Wynwood y Little Havana.
Así que sepas o no cuál es tu estilo de película, te recomiendo sacar los billetes para EEUU y convertiste en el protagonista.