Si ni siquiera sabes qué ver en Puerto Rico, aquí te voy a contar yo lo impepinable, pero también por qué se ha colado en mi top3 de América.
Es cierto que el país es una mezcla un poco loca, porque pagas en dólares americanos, pero hablan español, votan en las primarias, pero creen en los Reyes Magos, necesitas visado de EEUU para entrar y Bud Bunny es casi su Maradona…
Bienvenidas, Maris, a Puerto Rico. Mi primer mega descubrimiento de 2025.
Qué ver en Puerto Rico
Lagunas únicas
Hay algo impresionante y único que ver en Puerto Rico y yo diría que motivo suficiente para cruzar el charco. Porque aquí presumen de tener tres de las cinco bahías bioluminiscentes del mundo: bahía Mosquito, Laguna Grande y La Parguera.
Nada que ver con lo que te cuentan de placton de Tailandia y Maldivas, que de eso, por suerte, hay en más sitios del mundo. Te cuento, Mari, que vas a flipar:
La bioluminiscencia ocurre cuando diminutos organismos llamados dinoflagelados emiten luz, sobre todo cuando son agitados en el agua. Esto crea un resplandor azul eléctrico, como si el mar estuviera lleno de estrellas brillantes. Cuando remas, nadas o salpicas, estos microorganismos reaccionan iluminando el agua a tu alrededor. Es una maravillosa locura.
Aunque los dinoflagelados están en todo el océano, solo en pocos lugares se concentran en grandes cantidades para que su brillo sea visible. Para iluminar un solo galón de agua, se necesitan miles y miles de estos organismos, lo que hace que este fenómeno sea un espectáculo natural raro y fascinante. Y, Puerto Rico, amigas, cuenta con 3.
Yo probé la bahía bioluminiscente de La Parguera, menos masificada y turística. No tengo palabras, no es posible explicarlo y tampoco hacer fotos que lo reflejen. Allí, en mitad de una laguna y a oscuras, antes de que la luna llena apareciera, mi cuerpo brillaba en azul, a cada poro, como si me hubiera colado en Avatar.
No tenías ni que mover el agua, las manos relucían con pequeñas motas azul eléctrico. Si agitabas, era ya la locura absoluta en modo brillo brilli.
Lo mejor, esta maravilla, que me atrevo a comparar con la Aurora Boreal, es permanente, 360 días al año, mismo sitio. No entiendo aún cómo no hay lista de espera para ver esto.
Zapatips: Intenta que la luna no esté llena, cuanta más luz menos relucir en el agua.
Dios, de verdad, es que es una experiencia absolutamente increíble, no vayas a Puerto Rico si no vas a tener hueco para esto.
Playas
Puerto Rico tiene más de 300 millas de costa y más de 300 playas (a cuál más bonita), aunque el gobierno americano solo ha reconocido 248 y el resto las considera pequeñas playas o zonas privadas.
De entre todas las playas, las más famosas son Culebra, Flamenco y Luquillo. Todas ellas en la isla principal y con arena blanca reluciente. ¿Mis favoritas? Y no solo por lo loco de sus nombres, porque son Boquerón (simplemente no es de este mundo), Playa Sucia (el nombre es pa’ despistar) y Escambrón (donde en la propia orilla nadé con tortugas y buceé con un juguetón manatí)…
Pero más abajo en los pueblitos a visitar te cuento lo mejor de cada una…
San Juan
San Juan es una joya histórica que combina siglos de legado colonial con la energía moderna de Puerto Rico. El Viejo San Juan, con calles empedradas y casas de colores chillnes, se ha convertido en un gran destino turístico, especialmente tras el éxito de «Despacito». Aquí se encuentran fortalezas como el Castillo San Felipe del Morro y el Castillo San Cristóbal, testigos de siglos de batallas y ocupaciones. No muy lejos, el Cementerio Santa María Magdalena de Pazzis ofrece vistas espectaculares al mar, las mejores para un descanso eterno.
Pero San Juan no es solo historia, también es cultura y arte. En Santurce, el arte urbano llena las calles de color con murales impactantes, mientras que la Placita de Santurce se transforma por las noches en el epicentro de la vida nocturna local.
El Cuartel de Ballajá, antes un edificio militar español, ahora alberga el Museo de las Américas, cafés y escuelas de arte. Ah, y la celebración del nuevo gobernador, que por eso me quedé sin poder entrar…
Para los amantes del mar, las playas del norte de San Juan son perfectas para relajarse o hacer snorkel. El Balneario El Escambrón, con su arena dorada y aguas cristalinas, es una de las mejores opciones para disfrutar del Caribe sin salir de la ciudad.
Por solo 5€ (lo que cuesta el parking) puedes disfrutar de la playa y nadar en la propia orilla con tortugas en libertad.
Y si tienes suerte (como yo mi primera vez) puede que algún que otro manatí se acerque a darte un empujón por la zona. Todavía recuerdo que pensé que era mi dive buddy y le devolví el empujón en broma, casi muero al ver lo que era ❤️
Cabo Rojo
Boquerón es la estrella indiscutible de las playas en Puerto Rico, un paraíso en Cabo Rojo donde el agua tranquila y la vibra relajada lo convierten en el destino favorito de locales y turistas.
Aunque algunos debaten si Playa Luquillo en el este merece el título de mejor playa pública, Boquerón sigue siendo el lugar perfecto para desconectar, disfrutar de una piña colada y sumergirse en la magia del Caribe entre palmeras.
Al sur de Cabo Rojo, la península de Los Morrillos ofrece paisajes impresionantes con el Faro Los Morrillos dominando los acantilados de 200 pies de altura. A sus pies, la idílica Playa Sucia y la impresionante Punta de Piedra prometen vistas de ensueño para los aventureros dispuestos a una caminata escénica. Este rincón de Puerto Rico es un espectáculo natural que merece ser explorado… y, por supuesto, fotografiado.
La Parguera
La Parguera, en Lajas, es un destino que vale la pena explorar con calma. Este pintoresco pueblo costero ofrece deliciosa comida local, cócteles frente al mar y un Malecón lleno de vida, ideal para pasear y capturar postales dignas de Instagram.
Su bahía bioluminiscente es una experiencia mágica, donde nadar se siente como flotar entre estrellas, mientras que sus aguas cristalinas son perfectas para el snorkel y el buceo (ojo que aquí también hay manatíes).
Para los más aventureros, La Parguera también tiene senderos para ciclismo y caminatas, además de ser un paraíso para la observación de aves. Si buscas una experiencia exclusiva, puedes alquilar un bote y descubrir islotes como Caracoles, Mata la Gata y Cayo Enrique, donde es posible encontrarse con manatíes y delfines.
Guavaté
Guavate, en lo alto de las montañas de Puerto Rico, es el destino definitivo para los amantes del lechón asado. Sus famosas lechoneras ofrecen carne tierna y jugosa con piel crujiente, acompañada de mofongo, arroz con gandules y otros clásicos boricuas.
Aquí, el ambiente es de fiesta, con música en vivo y temperaturas más frescas que invitan a quedarse por horas. Para una experiencia completa, atrévete a probar delicias menos convencionales como cuajito, morcilla o longaniza.
Si prefieres opciones sin cerdo, el pollo es una gran alternativa, y para los vegetarianos, las raíces y plátanos pueden ser buenos aliados (aunque algunos platos llevan un toque de sazón porcino).
Para evitar el tráfico de los fines de semana, lo mejor es llegar antes del mediodía. No olvides hacer una parada en Lechonera Los Amigos o en Café Prieto, donde además de la comida, podrás disfrutar del relajante sonido de un arroyo cercano. ¡Un festín imperdible en el corazón montañoso de Puerto Rico!
Ponce
Ponce, la «Perla del Sur» de Puerto Rico, combina historia, arte y elegancia en un solo destino. Su Plaza Las Delicias, con la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe y el icónico Parque de Bombas, es el corazón de la ciudad y un punto perfecto para sumergirse en su encanto colonial. Para los amantes del arte, el Museo de Arte de Ponce ofrece una impresionante colección internacional, mientras que la Hacienda Buena Vista transporta a los visitantes a la época dorada del café en la isla.
El paseo marítimo de La Guancha es el lugar ideal para relajarse con música en vivo, comida callejera y vistas espectaculares del Caribe. Además, sitios como el Castillo Serrallés y la Cruceta del Vigía revelan la importancia de Ponce en la industria del ron y la caña de azúcar, ofreciendo panorámicas inigualables. Para quienes buscan más aventura, Caja de Muertos, una isla deshabitada con playas paradisíacas y senderos hasta un faro histórico, es una excursión imperdible.
Desde su vibrante escena cultural hasta sus rincones naturales de ensueño, Ponce tiene algo para todos. Ya sea disfrutando de su arquitectura colorida, explorando sus museos o relajándose junto al mar, esta ciudad ofrece una experiencia única en Puerto Rico.
Buceo
Te lo acabo de contar, ni a 5 minutos de la orilla fui empujada con amor por un manatí… y en el sur, nada más saltar al agua ya tenía un tibu a mis pies… estarás de acuerdo (o no, si eres normal) en que bucear es algo impepinable que hacer en Puerto Rico.
Yo escogí en el Norte bucear en el Parque Marino del Escambrón, justo cerca de los cruceros por si llegas en uno. En Scuba Dogs te alquilan snorkel si no te atreves a otra cosa y además tienes tortugas en la propia orilla (te dejo aquí su contacto).
Pero el buceo (desde novatos a experimentados) es un must que hacer en Puerto Rico. Al margen de los bancos de peces que rodean las figuras acuáticas aquí instaladas, la cadena de cuevitas llenas de bichos es una auténtica maravilla.
Si te vas al sur… rectifico, cuando vayas al sur (porque deberías ir) desde Guánica el buceo es otro mundo, pero igual o más bonito que el norte. Allí también está ScubaDogs, justo dentro de Copamarina Resort & Spa.
La pared, los tiburones y las zonas que Manolo de ScubaDogs se conoce para enseñarte lo que podrían ser acuarios enormes, bien merecen medio día en el agua.
Y aunque no es algo que ver en Puerto Rico, a no ser que quieras jugártela, pero dice mucho de su vida marina y las maravillas que puedes ver aquí, es la famosa fosa de Puerto Rico. Conocida como la fosa de Milwaukee, es la fosa más profunda del Atlántico, tiene más de 8600millas y es la octava fosa más profunda del mundo.
Cómo desplazarte en Puerto Rico
Aunque sabes que por defecto te recomiendo el transporte público, alquilar un coche en Puerto Rico te da la libertad de explorar la isla a tu propio ritmo. NO es fácil llegar a muchas de las playas y paisajes más impresionantes, porque están alejados de las zonas turísticas. Con un coche, puedes recorrer la isla de punta a punta en pocas horas y descubrir rincones escondidos que no aparecen en las guías tradicionales.
Como en cada viaje, te recomiendo una empresa local, en este caso yo contraté a Vip Rentals, te dejo aquí el enlace https://viprentalpr.com/
Además, tener tu propio medio de transporte facilita hacer paradas espontáneas en pequeños pueblos con encanto, probar comida local en Guavaté cuando cruces la isla o aventurarte a la selva de El Yunque sin preocuparte de a qué hora regresar. Con gasolina relativamente accesible y carreteras bien señalizadas, alquilar un auto es la mejor opción para vivir la experiencia completa de Puerto Rico.
Eso sí, cuidado con los socavones, las carreteras están bien pero de estos esconden unos cuantos…
Y aunque pasees por la ciudad a pie, deberías llevar una esim para tener siempre conexión a internet (aquí te dejo el enlace y mi código: ZAPAS5) y perderte lo menos posible por la isla (aunque tengas ganas de hacerlo).
Dónde dormir en Puerto Rico
Para el itinerario que te prepongo por toda la isla lo ideal es divir tu estancia en el norte 3 días y otros 3 en el sur.
Para el norte sin duda cerca de San Juan, de hecho yo me quedé en Looking Glass hotel (te dejo aquí el enlace) habitaciones súper chulas, Rituals en el baño y aparcamiento fácil a pesar de estar en la capital.
Y en el sur lo tengo clarísimo, en La Parguera en Turtle Bay Inn, por la piscina, las habitaciones, el desayuno y la ubicación. Pero además, por lo majos que son y la excursión absolutamente increible que nos hicieron a la bahía bioluminiscente. Te cuento más aquí.
Si tienes alguna duda ¡contáctame para lo que necesites, que te organizo tu viaje!
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