Qué ver en Bellano
Otro de mis favoritos en la orilla oriental del Lago di Como. Bellano es un pueblo con raíces medievales que durante siglos prosperó gracias a la pesca y a la industria textil. Ya en el Renacimiento aparece mencionado en crónicas locales como punto de comercio, y más tarde se convirtió en tierra de inspiración para escritores como Andrea Vitali, nacido aquí. Su casco antiguo, con callejuelas estrechas y casas de piedra, aún conserva la huella de ese pasado sencillo y trabajador.
La historia de Bellano también está marcada por su relación con el agua en todas sus formas: no solo el lago, sino también los torrentes que descienden de las montañas. El más famoso, el Pioverna, es el que ha dado forma al paraje natural más espectacular de la zona: el Orrido di Bellano.
Pero también hay un “lado oscuro” del lago: el Orrido inspiró a poetas y escritores que lo describieron como un lugar misterioso y hasta tenebroso en el siglo XIX. De hecho, Andrea Vitali lo sugiere en muchas de sus novelas ambientadas en el pueblo.
El lago en pequeñas dosis
Bellano tiene algo que lo diferencia de Varenna o Bellagio: es menos turístico (digamos que cero) y más “real”, con vida local durante todo el año. Combina naturaleza salvaje, patrimonio histórico y una atmósfera tranquila que lo convierten en una parada perfecta para quienes quieren ir más allá de las postales clásicas del lago.
El casco antiguo de Bellano es pequeño pero con encanto, créeme, no hace falta mapa porque te sales de él… Se nota la herencia medieval en sus callejuelas estrechas, pasajes abovedados (i portici) y casas de piedra que parecen resistir al paso del tiempo. Todo está pensado a escala humana: no es un centro monumental como el de Bérgamo, pero justo ahí está su magia: un lugar donde la vida sigue tranquila, entre tenderetes, bares de barrio y señoras charlando en la puerta mientras se seca la ropa tendida.
Uno de sus puntos fuertes es cómo se enlaza con el lago y el Orrido: en pocos pasos pasas del rumor del torrente Pioverna al silencio de las calles antiguas, y de ahí al lungolago.
La Chiesa dei Santi Nazaro e Celso se alza justo al borde del Orrido di Bellano, como una especie de centinela muy imponente. Aunque sus orígenes se remontan al siglo V, lo que vemos hoy es fruto de una reconstrucción del siglo XIV (entre 1342 y 1350) tras una gran riada del torrente precisamente.
Lo más llamativo de su exterior es la fachada gótica de mármol blanco y negro decorada con tres portales ojivales, un impresionante rosetón de terracota esmaltada verde y un delicado tabernáculo con una estatua de San Ambrosio. Cualquiera diría que es la típica italiana…
Y si puedes entrar, la atmósfera cambia: tres naves con bóvedas apuntadas y frescos que cuentan más historias de las que parece, como el valioso políptico de San Juan Bautista, además de un magnífico baptisterio y un altar mayor barroco enmarcado en mármoles policromados.
Tanto la luneta con la Virgen como los santos Nazaro y Celso, originalmente en la fachada, fueron y trasladados al interior en 1907 para protegerla del desgaste…
Nada que ver con el resto de paseos del Lago di Como, pero sin duda la más tranquila de todas… Rodeada de casas de colores, barcas más modestas y vistas que parecieran pintadas a mano. Es el corazón relajado del pueblo, ideal para pasear, pegarse un helado o simplemente dejar que el lago y las montañas hagan el resto del trabajo.
Lo chulo es que no es solo paisaje: en temporada, el ayuntamiento instala exposiciones al aire libre con fotografías locales, como las de Carlo Borlenghi, y convierte el paseo en pequeño museo itinerante con El Lago de Como como fondo.
Además, si hace buen día, puedes bajar desde el centro histórico entre callejuelas medievales hasta este rincón, donde hay hasta algunas playas de guijarros o zonas para alquilar barcas, y sentir esa vibra auténtica y sin prisa que tan bien define Bellano.
El Orrido di Bellano es un desfiladero natural que parece sacado de otro mundo. Hace millones de años, el torrente Pioverna y glaciares labraron este cañón de roca tallada, creando simas, cuevas y cascadas imposibles rodeadas de pasarelas colgantes que te permiten caminar entre paredes verticales con el agua rugiendo abajo. El ambiente tiene un aire selvático y casi secreto—ideal si buscas una experiencia natural sin multitudes.
Curiosidad literaria: fue mencionado ya por Stendhal en sus Viajes por Italia, y desde entonces siempre ha tenido esa reputación de imperdible del Lario.
En Bellano, Taverna Malanotte es una pequeña joya local donde se come de verdad. Ubicada en una calle tranquila cerca del centro, combina ese aire rústico de taberna italiana con una cocina casera y cuidada, literalmente como si cocinara tu abuela. Los platos cambian según la temporada, pero siempre hay pasta fresca, risottos espectaculares y carnes cocinadas con mimo. El ambiente es cálido, el servicio cercano y los precios razonables para la calidad que ofrecen. Ideal para una cena relajada con copa de vino en mano y sin prisas, como debe hacerse en el Lago di Como.
Llegar a Bellano es facilísimo y además barato, sobre todo si te mueves en tren. La línea regional que conecta Lecco con Varenna y Colico pasa por aquí, y el trayecto desde Lecco no llega a los 30 minutos, con billetes por menos de 5 €. Desde la estación —ubicada justo en el centro del pueblo— puedes ir andando al lago, al embarcadero o al Orrido sin esfuerzo. Los trenes salen con frecuencia, puedes comprarlos online o en la misma estación minutos antes de salir. Si vienes desde Milán o Bérgamo, basta con hacer un simple cambio en Lecco y en menos de dos horas estarás frente al Lago di Como con un cappuccino en la mano.
Bellano es una joya tranquila del Lago di Como: alojamiento variado, precios más razonables que en los pueblos más famosos y, sobre todo, esa sensación de “vivir aquí” y no solo “visitar”. Desde B&B con encanto hasta apartamentos frente al agua, si reservas con antelación tienes muchas opciones con buen ratio calidad-precio. Por ejemplo, en las webs de alojamiento puedes ver desde ~€140/noche para dos personas en temporada media.
Para una experiencia óptima: elige algo cerca del lago o del embarcadero, así estás en el centro de la vida del pueblo, con tren, ferris y senderos al alcance. A continuación tienes un mapa interactivo que te permite ver todas las opciones —filtra por precio, valoración, tipo de alojamiento— y reserva directamente:
Consejo zapas: si usas el mapa, marca “estación de tren” o “lago” como referencia al reservar. En temporada alta… planta los pies, reserva rápido.
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