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Un día en Tánger


Un día en Tánger

En realidad este podría ser tu primer contacto chispas con Marruecos, por eso de la cercanía y pasar solo un día o dos. Sin embargo, si crees que por haber estado en otras zonas de Marruecos puedes saltarte esta ciudad… yo que tú leía un poco más para valorar la escapada de un día en Tánger.

Primer contacto o algo más…

¿Cómo llegar a Tánger?

Pues aquí tenemos varias opciones: barco o avión. Por una parte puedes volar al aeropuerto de Tánger y pillar un taxi (ahora hablamos de la particularidad de taxis en Tánger) o cogerte tu barquito y cruzar el estrecho con la posibilidad muy real de ver delfines en el trayecto.

Es cierto, se me ha notado un poco cuál es mi opción favorita 😛 pero es que es la que te quiero recomendar hoy.

Tanto desde Tarifa como desde Algeciras tienes la opción de cruzar a Tánger en ferry con un amplio horario de salida y de retorno. Es más, puedes incluso venirte arriba y directamente reservar la excursión que incluye el ferry el tour guiado por la ciudad.

Por si te animas después de leerme, aquí te dejo el enlace para consultar tanto los ferries como las excursiones guiadas: www.frs.es

Mi opción: yo elegí para ésta, mi segunda visita a Tánger 20 años después, coger el ferry desde Tarifa. Aunque la duración del trayecto depende una chispa-bastante de las condiciones meteorológicas, suele ser entre una hora y hora y media.

Eso sí, tienes la suerte de que no tendrás que estar allí 2 horas antes como en un vuelo, debería valerte llegar con unos 60 minutos por el tema del control de pasaporte y ver que está todo en orden.

¿Qué ver en Tánger?

Un día en Tánger puede darte para mucho o para casi nada, depende de lo que te líes en el zoco, en mi caso mucho. Así que anota bien el top de lugares a visitar, decide cuáles no te quieres perder y organízate bien. El ferry no te va a esperar por agonía…

Cabo Espartel

Para un día en Tánger el Cabo Espartel te puede parecer lejano, pero créeme, la visita aquí y a los alrededores merece la pena.

Con un hermoso faro que recuerda a los alminares de las mezquitas de Marruecos, el Cabo Espartel es una visita obligada en Tánger. Se trata además de la entrada al Estrecho de Gibraltar desde el Océano Atlántico. Es más, es aquí donde se separan océano y mar, 3.000 km de Océano Atlántico y 500 km de mar mediterráneo ¿no es una pasada?

Cuevas de Hércules

Y este es aquel lugar que cada vez que alguien me pregunta por Tánger digo «es mi favorito». Las cuevas de Hércules son un verdadero espectáculo para los sentidos y encima gratis. Entras por una puertecita natural cavada en la roca, atraviesas unos metros y ahí está: el lugar donde dice la leyenda que Hércules durmió tras uno de sus mitológicos trabajos.

Al margen de las leyendas, lo que sí es visible es el mapa de África, mira la imagen y busca bien, está ahí…

A simple vista ves a un señor con el pelo medio cardado y la boca cantando… Ahora piensa que no estás dentro de la cueva, sino fuera admirándola desde el océano, eso es, ya tienes el continente africano frente a ti, literal y visualmente.

La Medina

Y tras este paseo por los alrededores de la ciudad de Tánger, te invito a explorar la ciudad desde una importante plaza justo antes de adentrarte en la alcazaba.

Haz una breve parada de unos minutos aquí en la famosa plaza 9 de abril. Admira la fachada del cine, la bella puerta del Tribunal, los locales sentados en sus bancos dialogando bajo palmeras y, además, ahora mismo disfruta sintiéndote una más en el lugar donde el rey Mohamed V anunció la independencia de Marruecos, precisamente ese día, el 9 de abril.

Kashbah

Y ahora piérdete, porque aunque no quieras lo harás, es imposible quedarse con la ruta a seguir. Tanto como no desviarte del camino que hayas previsto, porque todo te llama, todo te atrae y no puedes evitar acercarte.

Así es, todo lo duro que fue la subida a la Kashbah, situada en lo más alto de la ciudad, ha merecido la pena. Así que disfruta, pasea, mézclate e intenta resistirte a comprarlo todo…

Dar el Makhzen

Este palacio, que fue residencia de los sultanes en Tánger, es actualmente la sede de dos museos: el Museo de Artes Marroquíes y el Museo Arqueológico de Antigüedades .

Aunque tengas acceso a prácticamente todas las estancias, solo se te permite hacer fotos, nada de vídeos (y, ojo, que están bastante pendientes aunque no lo parezca).

Además de varias habitaciones, encontrarás dos patios enormes. Uno con la fuente en el centro y el otro más adelante, ajardinado y perfectamente cuidado, recordando cualquier rinconcito típico de los Reales Alcázares de Sevilla.

No te pierdas las curiosas y chocantes historias sobre este jardín, donde el sultán hacía bailar a parte de su harén y no precisamente para él…

El Zoco

Y aquí llega la última parte de tu itinerario en un día en Tánger, mejor dejarla para el final, no sólo por ser la guinda, sino porque si no tienes control de la hora, vas a perder todo el día recorriendo las tiendecitas del mercado. Así que, ponte la alarma para no perder el ferry de vuelta y disfruta con moderación (o no) de uno de los zocos más pegados al continente europeo.

¿Dónde comer en Tánger?


Y, para rematar tu escapada de un día en Tánger, te voy a dar un consejito para comer rico y local: restaurante Hamadi.

A ver, lo de las aceitunas es un must, y pruébalas todas, porque no saben igual ni de cerca. En cuanto al pan marroquí, con permiso de los franceses, este le da mil vueltas, yo es que soy más de pan africano o asiático, no puedo evitarlo.

Por otro lado (mamá tú no sigas leyendo esto), la harira, que es una sopa de lentejas especiada hay que probarla aunque haga calor, porque entra de lujo y sabe a gloria. Si ya en Turquía me puse fina de pinchitos, no podía dejar de comer estos tan marroquíes, es como una droga, no puedo parar por más llena que esté.

Y por fin llega la joya de la corona, vale que el té marroquí sea mi favorito del mundo, pero es que los pastelitos marroquís son mi única perdición. Soy de las pocas personas que pasan por delante de una pastelería o confitería sin sufrir, pero si es de Marruecos o Turquía toca dar patada a la dieta


¿No te atreves a ir por libre?

No pasa nada (¡miedica!) puedes hacer todo esto con guía de la mano de www.frs.es

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