Esta es la 4ª vez que vengo a Japón, y una de mis 3 razones es para mí lo más top que ver en Kamakura.
A estas alturas ya sabrás que Japón y Nueva Zelanda son mis destinos favoritos, y que los repetiría hasta el infinito. Pues si por fin te has animado a viajar y te quedas por Tokio (aquí tienes mi itinerario de la capital), no puede faltar que le dediques al menos media mañana a Kamakura.
Si después de dos visitas vueltas al mundo vuelvo aquí, ¿no crees que puede que merezca la pena?
Japón está en mi top de países favoritos
Qué ver en Kamakura
Una cosa a destacar de lo que ver en Kamakura es el contraste brutal con respecto a Tokio. La zona que te propongo está alejada de ruidos, atascos o aglomeraciones. Si Japón, incluso en las grandes ciudades, presume de ser silencioso, aquí, en Kamakura, te vas a creer sordo perdío…
Y aunque para saber coger un transporte en Japón necesitas casi un máster, te voy a explicar fácil cómo llegar a Kamakura (y te dejo abajo fotos). Desde Tokio, coge la línea Yokosuka Sobu line y en una hora llegas a Kamakura (el JRPass lo incluye). Una vez en Kamakura, solo tienes que coger la línea Enoden hacia Hase, esta no la cubre el JrPass, pero es barato y solo 5 minutos de trayecto.
Desde la estación de Hase, tienes todo a un paseo a pie de pocos minutos
Seguro que hay un lugar en el mundo que te ha hecho sentir especial, removido por dentro y no piensas más que en volver allí. Este es uno de mi sitios «especiales», lo más bonito para mí que hacer en Kamakura y apenas cuesta 300 yenes (menos de 2€) entrar.
He visitado budas gigantes en Hong Kong, Indonesia, Corea, Taiwán, Tailandia… Y he vuelto aquí para ver si lo que sentí la primera vez fue real. Te recomiendo ir temprano para evitar excursiones o buses de turistas y que tu encuentro con el Gran Buda sea más o menos íntimo.
Si te apetece y por solo 50 yenes, puedes entrar dentro del Buda. El espacio no es muy grande, pero a mí me pareció curioso y además, es la única manera de poder tocar la estatua. A ver si tienes suerte y también te hace sentir ese revolcón.
La visita no debería llevar más de 30-45 minutos, despacito y disfrutando. Así que, una vez más, confirmado, este lugar es especial para mí.
Kamakura
En la calle que va desde la estación de tren de Haze al Gran Buda, encontrarás decenas de tiendas tradicionales de recuerdos. Una de las cosas que te recomiendo hacer en Kamakura es comprar algún recuerdo en esta calle, pues no son las típicas tiendas y seguro que encuentras algo realmente local que llevarte a casa.
Además, deberías ir disfrutando del estilo de pueblo japonés que aquí verás. Y en algunas zonas incluso, encontrarás preciosos jardines japoneses en la entrada del pequeño complejo.
Hasedera
Mi segunda cosa impepinable que hacer en Kamakura es pasar al menos una hora disfrutando de Hasedera. Puede que no seas muy de templos, pero eso no te librará de quedar engatusado por la belleza de este complejo.
Por solo 400 yenes (2,50€) tienes acceso a los preciosos jardines, a los diferentes altares y al mirador del templo. Consulta aquí los horarios para no liarla.
Dentro del templo puedes encontrar zonas como el museo de Kannon, que requiere una entrada adicional, pero los precios siguen siendo inferiores a 1€. Y aunque todo el templo gira entorno a su estatua de Kannon, una de las esculturas de madera más grandes de Japón con más de 9 metros, yo soy más de la pequeña y peculiar Jizo Bodhisattva.
Siguiendo el sendero a la derecha hay una zona con miles de pequeñas estatuas de piedra de Jizo, algunas vestidas o decoradas con flores. Estas estatuas simbolizan los niños no nacidos y es una zona del templo que realmente encoge el corazón.
Todo el templo está construido sobre una ladera de la montaña, es fácil de recorrer si sigues las indicaciones (recuerda que en Japón todo tiene un sentido).
Tsuruoka Hachimangu
Si te queda tiempo, otra de las cosas que hacer en Kamakura es volver a la estación de Kamakura (el mismo trayecto del inicio desde Hase, pero a la inversa).
Este enorme santuario fue construido originalmente en 1063 y movido de su ubicación original en 1180, dividiéndose así en dos santuarios: Jogu y Gegu. Es tan enorme que durante años se celebraron eventos de equitación y tiro al arco, y todavía siguen celebrándose hoy en día.
Dónde dormir en Tokio
Si nunca has estado en Japón deberías saber que la mayoría de camas son para liliputienses. En realidad yo no soy muy grande (de tamaño) pero es cierto que una cama de 110cm para dos es para dormir poco y mal. Además, en muchas ocasiones la cama es pequeña, pero la habitación lo es más, y abrir la maleta es un auténtico reto tetris…
Así que por ubicación, tamaño de habitación y facilidades, de mis 4 veces en Tokio (y 6 hoteles en total) me quedo y te propongo el Gracery Tamachi
Por cierto, que las zonas comunes cuentan con sillones masajeadores gratuitos para clientes que le vienen genial a mi espalda después de casi 20km a diario…
Si tienes alguna duda ¡contáctame para lo que necesites!
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