Aunque estaba convencida de que sabía qué ver en Carcasona, es cierto que tras la visita (maravilla, por cierto) puedo darte más consejos de los que hubiera imaginado.
A pesar de ser la fortaleza más enorme de toda Europa, La Cité es muy accesible (a tan sólo un tren desde Narbona, Montpellier o Toulouse, que te explico al final) y más abajo te cuento cómo visitarla GRATIS y casi a solas…
Mucho más que un castillo
Qué ver en Carcasona
Aunque tengas claro lo que ver en Carcasona, deberías leer un poco más antes de hacerle una visita, porque una vez allí te darás cuenta que La Cité es mucho más que un castillo.
Es más, este lugar ha superado TODAS mis expectativas. Así que déjame enseñarte algunos rincones que te transportarán a la Francia de hace 2.500 años.
El Puente Viejo
Sin duda, un impepinable que ver en Carcasona y, además, es uno de los mejores miradores a la fortaleza medieval.
Cuando se construyó hace 7 siglos era la única manera de acceder a la ciudadela. Aunque ahora también tienes el Puente Nuevo, no le hace ni sombra a esta maravilla de 12 arcos, que encima forma parte del Camino de Santiago.
Zapatips: por la mañana tendrás el sol de cara, así que no es el mejor momento. Pero eso sí, el atardecer te va a parecer insuperable desde este Puente Viejo de Carcasona…
Rue Trivalle
Para mí esta calle está en el top que ver en Carcasona. Además de regalarte una de las mejores perspectivas de la Cité, los negocios de la zona, principalmente restaurantes y barecitos, te tendrán entretenido toda la subida.
Sin duda, las casas de esta calle son una pasada y el corredor perfecto hacia la medieval Ciudadela (a mí me ha molado tanto o más que la propia fortaleza).
Por cierto, no sabría decirte bien si merece o no la pena pararte en uno de los restaurantes fancys de la zona, pero hay una crepería que no te puedes perder y te cuento más abajo en Qué comer.
Aquí no hay tutía, porque esta es mi entrada favorita que ver en Carcasona, aunque en realidad la Cité tenga en total 4 puertas.
Es cierto que se llama así porque es la que da al río Aude, pero vas a flipar tanto con las vistas que ni vas a ver el agua…
A pesar de ser de las zonas exteriores más impresionantes, en realidad era un complejo sistema defensivo con una barbacana, un castillete y un enorme matacán. Pero se les ha quedado mu bonito.
Aunque si quieres disfrutarla más y mejor, déjala para el final. Sube por la Rue Trivalle, y una vez visites hasta el último rincón de la Cité, sal por aquí para ir bajando poco a poco por su enorme cuesta. Así no te dolerán los gemelos (solo el cuello de tanto voltearte a mirarla).
La Ciudadela
Por fin te cuento el principal lugar que ver en Carcasona, el motivo de todo este viaje que me arrepiento de haber pospuesto tantas veces. Aunque esperaba encontrar un sitio de postureo máximo, me encontré la fortaleza más bonita que he visto en mi vida (y sin ánimo de fardar, he ido dos veces a las antípodas).
En realidad solo el hecho de ser la fortaleza más grande de Europa ya debería animarte a visitarla, pero también es Patrimonio de la UNESCO y si te montas bien la visita, te teletransportará 2.500 años atrás y te faltarán horas de disfrute.
Y si aún no te has convencido, tal vez te guste saber que ¡¡¡ES GRATIS!!!
Eso sí, en cuanto amanezca deberías estar pisando la fortaleza, estará vacía (solo 3 locos como tú y yo madrugando) y vas a disfrutarla a tope antes de que se pete. Porque cuando son las 10:30h. ya empiezan a llegar buses descargando turistas, pero es que a las 12pm ya no se puede ni pasear sin codazos.
Zapatips: Así que, teniendo en cuenta que bien temprano los negocios están cerrados (bares también), vete desayunado a primera hora para recorrer las callejuelas empedradas y silenciosas, dejando el castillo para mediodía y el exterior para el final (cuando todos están ya dentro en masa).
El Castillo
En primer lugar debo decir que aún siendo una gran defensora de los viajes para tiesos, ahora que ya he estado en Carcasona, 9€ me parece una miseria para todo lo que vi dentro del castillo. Es cierto que al principio era reticente, porque un castillo es un castillo y he visto 583 ya, pero es que este me flipó tanto que no me importaría volver y pagar de nuevo por verlo.
Así que mi recomendación es que saques los tiques (puedes hacerlo desde este enlace) al menos unos días antes y que cojas la entrada a las 11am o las 12pm, que es cuando empieza a llegar la gente. Por cierto, te dejo aquí el link a la entrada en el mapa, porque por poco no estoy aún buscando la entrada (en el tique no tienes ni media pista).
Nada más entrar, cruzas un precioso puente que te lleva al interior del castillo y a cada pocos metros, vas a ir teniendo unas vistas espectaculares del resto de la fortaleza y el castillo. Además, cruzarás por varias pasarelas de madera y en algunas zonas las rejas bajo tus pies (con el hueco perfecto para que se te caiga el móvil) te harán pasar una chispa de vértigo. No temas, es todo muy seguro, pero muy auténtico también.
Por cierto, la zona del museo, algo que normalmente en estos casos me aburre la vida… me encantó muy mucho.
La Bastida de San Luis
Y si te queda tiempo para visitar la ciudad, no deberías perderte La Plaza Gambetta (la entrada más verde de La Bastida), la Plaza Carnot (con sus restaurantes coloridos casi al estilo más Narbona) y la Catedral de Saint-Michel.
Dónde comer en Carcasona
Como te he contado más arriba, la Rue Trivalle en sí es una maravilla para pasear y comer, pero solo te puedo recomendar lo que he probado y aquí me paré en una pequeñísima Crepería llamada La Creperie de La Trivalle. De la carta te recomiendo la charcuterie (ojito cómo están los embutidos en esta zona de Francia) y una galette (crepe de masa salada) fue mi otro acierto.
Además, el vino de la casa también está rico y el precio es más que razonable para el lujo de ubicación.
Con un jardín que ya lo quisiera yo para mi casa y una decoración brutal, este fue mi alojamiento en Carcasona. A medio camino entre la estación de tren y el puente Viejo, su ubicación es una maravilla.
El hotel familiar cuenta con 3 habitaciones dobles con baño privado cada una y con terraza en dos de ellas.
Por cierto, te recomiendo no cenar mucho porque te va a hacer falta hueco para el desayuno de lujo que te preparan por la mañana Amandine y Arnaud. Mermelada casera, crepes dulces y fruta variada con zumo de naranja y café de categoría.
Cómo llegar a Narbona
Pues una vez más, si no te apetece pagar un pico de seguro, no tienes ni que alquilar coche. Vuela a Montpellier o Toulouse y de allí, un tren a la mismísima Carcasona.
Desde Montpellier (1,5 hora en tren): coge el bus que te lleva al centro (línea 620) y baja en Place D’Europe y coge el tranvía azul a la estación de tren. Ya aquí, en la misma estación de tren (o en la web oficial de trenes de Francia) puedes reservar el billete desde 20€ .
Desde Toulouse (50 minutos aprox. en tren): el bus del aeropuerto te deja en la misma estación de tren. De nuevo, allí mismo (o en la web oficial de trenes de Francia) puedes reservar el billete por desde 7€ .
Si tienes alguna duda ¡contáctame para lo que necesites!
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